A partir de hoy comienza una nueva historia para Independiente Medellín y sus integrantes quieren escribirla con letras doradas para que los recuerdos sean los mejores.
Para ello quieren pegar duro desde el primer partido de la semifinal de la Copa Mustang ante el Deportes Quindío, que hace un mes largo les ganó 1-0 en el estadio Centenario, el mismo escenario del encuentro de esta noche (7:30 p.m.).
De ese juego no hizo parte Andrés Felipe Ortiz, pero este joven zaguero es un convencido de que en esta instancia las cosas son a otro precio y la motivación que tiene el conjunto le hace pensar en un arranque con pie derecho en Armenia.
Ortiz está empeñado en que la imagen del plantel escarlata sea aquella que tantos aplausos le generó en la parte intermedia del campeonato y que le sirvió para ganarse de nuevo la confianza de su afición el pasado fin de semana ante Deportes Tolima.
Con ese fin "mejoramos muchas cosas en defensa, replanteamos el tema de la concentración y el manejo de los espacios para no brindarle oportunidades a un hombre que anda en una buena racha como lo es Iván Champeta Velásquez".
Esa disposición acertada de Ortiz, quien retornó luego de una lesión para pelearle en serio la titular a Bélmer Aguilar y a Daniel Sanabria, se fundamenta en la confianza que recibió del técnico Juan José Peláez para liderar la defensa, en el sentido de pertenencia que tiene por la institución, y en la unión que caracteriza a la escuadra antioqueña en su afán de mantener el protagonismo comandando el cuadrangular B.
"La meta inicial la cumplimos con la clasificación para la semifinal, pero lo bueno está por venir porque empezamos un nuevo ciclo en el que la final es la única preocupación. En esta instancia esperamos marcar diferencia con la mentalidad positiva, la tenencia de balón, la seguridad en la zaga y el fútbol ofensivo que nos permitió llegar con méritos a los cuadrangulares", indicó Ortiz.
Esa mejoría podrá ratificarse hoy si los rojos se cuidan de la efectividad de Champeta Velásquez y de la ansiedad que los traiciona de visitantes en los primeros minutos de los partidos.
Según Andrés Ortiz eso ya hace parte del pasado en el Poderoso, porque se corrigieron varias cosas en los entrenamientos de la semana. Y tanto él como sus compañeros se concientizaron de que el Medellín es un grupo de amigos en el que solo es válido apuntarle a la misma dirección y esa no es otra distinta que llegar a la final.
Para ello quieren pegar duro desde el primer partido de la semifinal de la Copa Mustang ante el Deportes Quindío, que hace un mes largo les ganó 1-0 en el estadio Centenario, el mismo escenario del encuentro de esta noche (7:30 p.m.).
De ese juego no hizo parte Andrés Felipe Ortiz, pero este joven zaguero es un convencido de que en esta instancia las cosas son a otro precio y la motivación que tiene el conjunto le hace pensar en un arranque con pie derecho en Armenia.
Ortiz está empeñado en que la imagen del plantel escarlata sea aquella que tantos aplausos le generó en la parte intermedia del campeonato y que le sirvió para ganarse de nuevo la confianza de su afición el pasado fin de semana ante Deportes Tolima.
Con ese fin "mejoramos muchas cosas en defensa, replanteamos el tema de la concentración y el manejo de los espacios para no brindarle oportunidades a un hombre que anda en una buena racha como lo es Iván Champeta Velásquez".
Esa disposición acertada de Ortiz, quien retornó luego de una lesión para pelearle en serio la titular a Bélmer Aguilar y a Daniel Sanabria, se fundamenta en la confianza que recibió del técnico Juan José Peláez para liderar la defensa, en el sentido de pertenencia que tiene por la institución, y en la unión que caracteriza a la escuadra antioqueña en su afán de mantener el protagonismo comandando el cuadrangular B.
"La meta inicial la cumplimos con la clasificación para la semifinal, pero lo bueno está por venir porque empezamos un nuevo ciclo en el que la final es la única preocupación. En esta instancia esperamos marcar diferencia con la mentalidad positiva, la tenencia de balón, la seguridad en la zaga y el fútbol ofensivo que nos permitió llegar con méritos a los cuadrangulares", indicó Ortiz.
Esa mejoría podrá ratificarse hoy si los rojos se cuidan de la efectividad de Champeta Velásquez y de la ansiedad que los traiciona de visitantes en los primeros minutos de los partidos.
Según Andrés Ortiz eso ya hace parte del pasado en el Poderoso, porque se corrigieron varias cosas en los entrenamientos de la semana. Y tanto él como sus compañeros se concientizaron de que el Medellín es un grupo de amigos en el que solo es válido apuntarle a la misma dirección y esa no es otra distinta que llegar a la final.
La novedad
la representa Aldo BobadillaPese al buen funcionamiento de Brayan López, para el partido de esta noche el técnico Juan José Peláez se inclinó por el paraguayo Aldo Bobadilla al superar un esguince de rodilla.
Esa es la única novedad en la formación titular del Poderoso, ya que Iván Corredor, quien cree que "hoy vamos a conseguir un resultado muy diferente al de hace un mes en Armenia porque tenemos otra motivación", también hará parte del grupo base ante Quindío. William Arboleda regresó pero al banco de alternativas, ya que en el Centenario el sub-19 será el defensor barranquillero Hernán Pertuz.Por los lados del Quindío, la ausencia será el volante Álex Mejía. Para remplazarlo el técnico Néstor Otero dispone de Leonardo Rojano y Luis Ómar Valencia. Y para ser más ofensivo el adiestrador cuyabro planea iniciar con Sebastián Viáfara y cambiarlo rápido por Danny Santoya para que acompañe a Iván Velásquez.
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