
Con buen fútbol en el primer tiempo y orden para defender en el complemento, Independiente Medellín se tomó un buen café anoche en el estadio Centenario.
La propuesta inicial del conjunto escarlata dio para pensar en un resultado diferente al 0-0 final, porque las llegadas claras, especialmente con Diego Álvarez, fueron muchas a los predios de Alejandro Otero.
Sin embargo, después de aguantar la seria reacción de los cuyabros, que en el comienzo solo atinaron a la media distancia para inquietar a Aldo Bobadilla, el empate fue un buen negocio para el conjunto antioqueño en el arranque de los cuadrangulares semifinales de la Copa Mustang I.
El Medallo de anoche se supo parar en los momentos de inspiración del onceno milagroso y cuando no aparecieron sus defensores para despejar el peligro fue el arquero Bobadilla el que evitó la seria intención de hacer daño que tenían Luis Ómar Valencia, Hányer Mosquera y Danny Santoya.
Por el volumen ofensivo generado con las descolgadas de Jaime Castrillón y el mismo Diego (a quien el árbitro Francisco Peñuela privó de un penalti claro en el minuto 65 al ser derribado por Mosquera), Medellín debió montársele al partido en el primer tiempo.
Pese a ello, en la complementaria el Poderoso no tuvo la misma claridad y le facilitó la pelota al Quindío que, respaldado por sus casi 17.000 hinchas, copó todos los espacios y abrió la cancha para poner en apuros a su rival.
Su propósito no prosperó porque, al igual que el DIM, careció de un hombre claro en la puntada final y en esta oportunidad no tuvo en Iván Champeta Velásquez al jugador efectivo de otras jornadas.
Los jugadores rojos terminaron felices con razón, ya que el objetivo inicial era comenzar con pie derecho esta semifinal y lo lograron dejando una grata impresión y con argumentos para salvar un 0-0 que de seguro convocará muchos hinchas para su juego ante Cali.
El protagonista
“El primer tiempo fue para nosotros y el segundo para ellos. Jugamos bien y nos llevamos un buen empate para Medellín. Me privaron de un penalti claro, pero lo importante fue la entrega del equipo y el resultado”.
Diego Álvarez, delantero del Independiente Medellín.
La propuesta inicial del conjunto escarlata dio para pensar en un resultado diferente al 0-0 final, porque las llegadas claras, especialmente con Diego Álvarez, fueron muchas a los predios de Alejandro Otero.
Sin embargo, después de aguantar la seria reacción de los cuyabros, que en el comienzo solo atinaron a la media distancia para inquietar a Aldo Bobadilla, el empate fue un buen negocio para el conjunto antioqueño en el arranque de los cuadrangulares semifinales de la Copa Mustang I.
El Medallo de anoche se supo parar en los momentos de inspiración del onceno milagroso y cuando no aparecieron sus defensores para despejar el peligro fue el arquero Bobadilla el que evitó la seria intención de hacer daño que tenían Luis Ómar Valencia, Hányer Mosquera y Danny Santoya.
Por el volumen ofensivo generado con las descolgadas de Jaime Castrillón y el mismo Diego (a quien el árbitro Francisco Peñuela privó de un penalti claro en el minuto 65 al ser derribado por Mosquera), Medellín debió montársele al partido en el primer tiempo.
Pese a ello, en la complementaria el Poderoso no tuvo la misma claridad y le facilitó la pelota al Quindío que, respaldado por sus casi 17.000 hinchas, copó todos los espacios y abrió la cancha para poner en apuros a su rival.
Su propósito no prosperó porque, al igual que el DIM, careció de un hombre claro en la puntada final y en esta oportunidad no tuvo en Iván Champeta Velásquez al jugador efectivo de otras jornadas.
Los jugadores rojos terminaron felices con razón, ya que el objetivo inicial era comenzar con pie derecho esta semifinal y lo lograron dejando una grata impresión y con argumentos para salvar un 0-0 que de seguro convocará muchos hinchas para su juego ante Cali.
El protagonista
“El primer tiempo fue para nosotros y el segundo para ellos. Jugamos bien y nos llevamos un buen empate para Medellín. Me privaron de un penalti claro, pero lo importante fue la entrega del equipo y el resultado”.
Diego Álvarez, delantero del Independiente Medellín.
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